Ya están a la venta las entradas para disfrutar de la première de este sorprendente proyecto de la compañía Pieles, que tendrá lugar el próximo domingo, 29 de octubre, a las 12.30 horas. Además, Ángaro se representará también los días 12 y 26 de noviembre, y 14 y 28 de enero, 11 y 25 de febrero y 11 y 25 de marzo de 2018
Este espectáculo resultó el ganador de la modalidad de espectáculo de música, danza y teatro en el concurso de innovación abierta puesto en marcha por los Centros para sumar creatividad y originalidad a su propuesta cultural de esta próxima temporada otoño-invierno
Los Centros ofrecen la posibilidad de disfrutar esos días de un menú especial que se servirá en el restaurante de Jameos del Agua al finalizar el espectáculo
Ángaro es la palabra procedente del griego clásico con la que se conocía el fuego que se hacía en las montañas o en las atalayas como señal de aviso ante la llegada de un barco o la inminencia de un ataque enemigo. Ángaro es, también, el nombre del espectáculo multidisciplinar de la compañía Pieles que se representará en el Auditorio Jameos del Agua y servirá para alzar el telón de la temporada cultural 2017/18 de los Centros de Arte, Cultura y Turismo el próximo domingo, 29 de octubre, a las 12.30 horas.
Ya están a la venta en http://www.cactlanzarote.com/Evento/angaro/ las entradas para disfrutar de este innovador proyecto que cuenta con el apoyo del Gobierno de Canarias, y se sirve de una atractiva puesta en escena sonora y visual en la que la tierra, el agua, el fuego y el aire se transforman en elementos desde los que se interpreta la música. Ritmos que se extraen golpeando el agua que contienen unos sorprendentes recipientes transparentes; cascadas de arena y sal que se convierten en instrumentos musicales en las manos de los artistas, iluminación y proyecciones que nos llevan a las entrañas de la tierra del fuego y viento convertidos en suaves melodías a su paso por distintos instrumentos. Pianos, violines y trompas se mezclan con poderosos tambores; conchas marinas que danzan atadas a los tobillos de los artistas como sonajeros, panderos, pitos herreños, flautas nativas y didgeridoos procedentes de las antípodas. Todo esto es Ángaro, una comunión sorprendente entre lo clásico y lo vanguardista.
Hay que recordar que el espectáculo que dirige Jonatan Rodríguez resultó ser el mejor entre las dieciocho propuestas de música, danza y teatro que se presentaron al concurso de innovación abierta puesto en marcha por los CACT para sumar talento, calidad, creatividad y originalidad a la programación cultural del Auditorio Jameos del Agua durante la próxima temporada de otoño-invierno.
Ángaro se representará, también, los días 12 y 26 de noviembre de 2017, y 14 y 28 de enero, 11 y 25 de febrero y 11 y 25 de marzo de 2018.
Menú especial Ángaro
Esos días, los Centros ofrecen la posibilidad de disfrutar de un menú especial que se servirá en el restaurante de Jameos del Agua al finalizar el espectáculo. Una exquisita propuesta gastronómica, al precio de 24 euros por persona, formada por un aperitivo de Gofio dulce de queso fresco con plátano, miel de palma y granillo de almendra tostado; un entrante de Milhojas de pasta filo relleno de setas, foie y langostinos, y como plato principal, a elegir entre Lomo de salmón macerado en soja,salteado de espinacas,pasa y piñones sobre crema ligera de aguacate y lima y Solomillo de buey glaseado con arándanos parmentier de romero y ajo con boletus confitados. De postre, Lingote de chocolate sobre crema inglesa.
Sobre Ángaro
Así como el entorno encauza la vida de los pueblos, también determina sus expresiones artísticas y su música en particular. Ángaro nace desde un sentimiento de pertenencia global por lo que se interesa por el acervo cultural universal y propicia el acercamiento entre las diferentes culturas. Para ello, se entrelazan canciones, ritmos, palabras, danzas, imágenes y saberes populares a través de viejas y nuevas herramientas de creación. Ángaro pertenece al eco de un legado que aún perdura en los barrancos y el agua, en la arena y la sal, en las piedras. Es un diálogo entre saberes e intuiciones, una manifestación artística concebida para incidir en la emoción del espectador.
El viaje sonoro comienza con los rumores propios de aquel escenario en que se engendraron los primeros sonidos producidos por los habitantes de las islas: el golpe de los pies en la arena, el silbo y la boca, las manos, las conchas del mar golpeadas entre sí, quejidos que después fueron malagueñas, y alegrías que fueron isas; palos, huesos y hueseras, balidos que luego fueron pieles y, más tarde, tambores. La primera melodía popular adulterada en la memoria de unos cuantos, las cuerdas desafinadas y la canción que llegó en barco y se quedó para reinventarse. Hablamos de sonidos que se fusionan durante el transcurso del espectáculo con la voz y la palabra. Murmullos que se enmarañan con pianos, vientos y cuerdas que se diluyen entre un abanico de instrumentos musicales que, a lo largo de los tiempos, han pertenecido al tejido musical de todo el planeta. Asimismo, en la propuesta intervienen elementos escénicos que se convierten también en instrumentos musicales; utensilios de labranza, molienda y siembra, y fuentes sonoras como piedras, maderas, agua, conchas marinas, cañas, pezuñas de animales, huesos, panderos y tambores.
La compañía Pieles propone un hermanamiento entre los cinco continentes a través de las músicas populares, ya que, desde un punto de vista etnográfico, estas traen consigo el legado cultural del conjunto social al que pertenecen. El folclore musical cuenta con la capacidad de viajar tanto en el tiempo como en el espacio, así que contiene un saber común y lo derrama por el mundo. Es cuestión de tiempo que terminemos impregnándonos de todo.
Pieles la compañía ganadora
Pieles está dirigida por el artista multidisciplinar Jonatan Rodríguez, y constituida por los músicos Fede Beuster, Ventor de la Guardia, Carlos Castañeda, Guillermo Molina, Itahisa Darias, Germán G. Arias, Juan Antonio Mora, Jeremías Martín y las solistas Laura Álvarez y Fátima Rodríguez. Además, cuenta con el imprescindible trabajo de Oswaldo Bordón en la dirección escénica, Ubaldo Pérez en el diseño de sonido y de Dimas Cedrés en el diseño de luces.
