“El trabajo para toda la vida se ha terminado y hay que tener claro que el futuro es de los emprendedores”
Que el futuro ya está aquí es un hecho que no pasa desapercibido para expertos en tecnología como Javier Sirvent, que ofrecía recientemente una charla en el centro de innovación insular Espacio 48 sobre la forma en que la transformación digital está cambiando el mundo que conocemos.
Profesor en la EOI, INESDI, Instituto de Empresa, CH.Garrigues, ICADE, ESIC, ICEMD, The Valley Digital School, FOM Industria4.0, Escuelas de Excelencia de Telefónica y en diferentes programas educativos de negocios y personas, sobre la Transformación Digital, Innovación Disruptiva o Tecnologías Exponenciales, Sirvent conoce bien el mundo del que habla con claridad y no tiene problema alguno en hablar más sobre el tema.
-¿Cómo contribuye a Inteligencia Artificial al mundo empresarial en la actualidad?
-La Inteligencia Artificial (I.A.) es una gran desconocida porque, aunque es muy antigua, se lleva hablando desde hace muchos años de ella, es ahora cuando se está empezando a ver realmente las capacidades brutales de aprendizaje que tiene. Es ahora cuando estamos empezando a aprender a enseñar a una I.A. De hecho, no siempre somos los humanos los que mejor podemos enseñar a una I.A. Lo mejor es que se enseñe a sí misma, aunque parezca sorprendente. Lo cierto es que está llegando a todos los ámbitos conocidos.
-¿Dónde la vamos a ver?
-Pues, en primer lugar, y de forma exponencial, lo vamos a notar en los asistentes de voz. Los cinco grandes que luchan en esto, están dando pasos agigantados. Tenemos a Amazón con Alexa; tenemos Google Asistent; tenemos a la antigua Siri; va a entrar en el mercado un nuevo asistente de Facebook; tenemos a Cortana de Microsoft… y hemos llegado a esta evolución porque la Inteligencia Artificial ya es capaz de reconocer cosas en contexto. Por ejemplo, a Google hace apenas un mes le decías no me encuentro bien y te activaba el GPS, ahora se lo dices, y te pregunta: “¿Te pasa algo? ¿Quieres que avise a alguien? Son procesos de aprendizaje, el asistente comienza a asociar y cuando alguien le dice “Me duele la cabeza”, él ya puede asociar que el usuario ha buscado algo concreto y se inicia el aprendizaje. La evolución está siendo rapidísima. De hecho, se ha disparado en los últimos meses. Se van a producir muchos cambios a partir de ahora, y van a surgir temas éticos, conflictos y necesidad de regular todo esto, pero ya está aquí. Todo esto nos va ahorrar muchísimo trabajo, ya no tendrás que buscar un restaurante, llamar y hacer la reserva, tan sólo dirás “Quiero cenar, busca algo cerca”, y tu asistente se encargará de todo, te preguntará si quieres un mexicano y si quieres que haga la reserva, y llamará identificándose como una I.A. La realidad es que esta realidad va a reducir puestos de trabajo, aburridos y simples, que no quiere hacer nadie, y va a crear otros puestos de trabajo más relevantes e interesantes. El problema lo tendrán todos aquellos que no quieran aprender, ni reinventarse porque se van a quedar atrás.
-Las comunicaciones también se transforman…
-Es un hecho. En los últimos cinco años han cambiado por completo. Ya nadie entiende la vida sin Whatsapp, y hablo de todas las edades, pequeños y mayores. Se ha transformado por completo la manera de comunicarnos.
-Y, ¿esto nos hace más eficaces?
-Completamente. Nos hace mucho más eficaces y también algo más tontos. Quiero decir que nuestro cerebro, que es lo más plástico que existe, ha detectado que hay cosas para los que ya no debe esforzarse… ya no nos molestamos, por ejemplo, en memorizar números de teléfonos porque los tenemos en nuestros smarthphone. Esto supone que trabajamos menos nuestra memoria, pero estamos desarrollando otras cosas como la creatividad, la eficiencia y nos estamos haciendo más competitivos. Hay gente que dice que ahora trabajamos mucho y que son trabajos muy duros. No es cierto, yo le diría que hablara con su abuelo o con gente mayor en general… eso sí eran trabajos duros. La tecnología nos facilita cada vez más el trabajo y lo hace más interesante.
-En la conferencia ha presentado un perro robot como la mascota del futuro…
-En realidad, en Japón ya los tienen como mascota. Es un país en el que el espacio es un lujo y estos dispositivos no exigen sacarlos a pasear, no comen, no se ponen malos… pero no sólo eso, estos dispositivos de I.A., no sólo detectan emociones y responden a las mismas con más o menos alegría, es que si lo tiene una pareja de personas mayores, es capaz de detectar si han tenido un accidente y avisar a la familia o incluso a Urgencias. Dejan de ser juguetes, se convierten en dispositivos de seguridad y muy prácticos. Aquí llegarán, claro. Primero lo harán los asistentes de voz, como dije antes, pero irá llegando todo lo demás. Ya tenemos las aspiradoras rumbas, pero acabarán llegando dispositivos más sofisticados de limpieza y nos acostumbraremos a tenerlos. La tecnología está para mejorar nuestra duda.
-¿En qué consiste la estrategia Smart Island o Smart City…?
-Está claro que las divisas del futuro son los datos. La gente debe entender que tecnificar o conectar cosas, desde un semáforo a un cubo de basura tiene ventajas en nuestra vida. Por ejemplo, cuando una ambulancia va hacia el hospital, necesitará encontrarse todos los semáforos en verde porque de ello depende una vida. Hasta una papelera porque si sólo es preciso recogerla cuando ella misma avisa de que está llena, se ahorrará tiempo y trabajo. El concepto de Smart Island pasa por una inversión en la recolección de datos que genera, posteriormente, nuevos modelos de negocio para las instituciones, pero también para empresas particulares. Por ejemplo, en Santander, una de las ciudades líderes en Smart Cities, hay unos chicos que han recopilado información de cómo llega el tráfico al centro de la ciudad, de cómo se llenan los parking y del clima y han vendido una gestión a muchos restaurantes para indicarles si ese día deben hacer muchos menús o pocos, si deben poner terraza o no, o qué tipo de menú deben poner. Son datos para emprendedores muy interesantes. Hay una frase muy buena de Job que se puede aplicar también a esta realidad: “La gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñan”. Eso es lo que hace este tipo de proyectos.
-¿Cómo va a modificar esta realidad nuestro modelo de turismo?
– Muchas cosas están pasando, no porque se busque un cambio, sino porque otros avances transforman el modelo que conocíamos. Por ejemplo, la secuenciación genética es algo que se ha digitalizado y va a permitir curar muchas enfermedades. Las medicinas serán personalizadas, adaptadas a cada persona en concreto, y eso supone que nuestra vida será mucho más larga. De hecho, ya se ha dicho que la persona que cumplirá 140 años ya ha nacido. Esto significa que vamos a tener un gran volumen de turismo protagonizado por centenarios que, además, tendrán una buena calidad de vida y querrán disfrutar de su estancia. Habrá que adaptar por tanto la isla para que haya, por ejemplo, coches autónomos y eléctricos, ya que los turistas centenarios querrán visitar sitios y hacer cosas pero no tendrán buena vista o buenos reflejos… es un ejemplo, pero significativo, nos tocará adaptarnos a ese nuevo turista que llegará a la isla.
-El modelo laboral se transformará…
-Por completo. Ciertos trabajos como el de llevar platos a la cocina, eso lo hará una máquina, recoger las habitaciones, también, pero sin embargo el profesional que está formado y saluda, indica, invita, recomienda… el experto, la persona empática que sabe lo que debe decir, eso nunca lo podrá hacer una máquina. Sobrevivirán las empresas que se adapten al tipo de cliente que llegue en cada momento. Para quién quiera adaptarse, el futuro será bueno, para quién no quiera adaptarse, tal vez no tanto.
-¿Qué supone, en este contexto, espacios de innovación abierta como Espacio 48
-Son fundamentales. En Madrid hay un espacio que se llama Google Campus en el que la gente va a conocerse, a aprender, a reinventarse, a descubrir nuevos modelos de negocio, pero lo ha hecho una empresa americana… es importante que el Cabildo, o la institución pública que corresponda, sea la que se encargue de abrir estos espacios. Hay que frenar que el capital de talento y conocimiento propio, se siga marchando fuera. Es muy interesante que existan estos espacios porque, ya lo dije antes, no sabemos lo que queremos hasta que nos lo enseñan y el futuro es de los emprendedores. El trabajo para toda la vida se ha acabado.